Actualitat, Destacats, General, Portada
Deixa un comentari

Los Increíbles 2

Brad Bird vuelve a la animación con la secuela de Los Increíbles (2004), nada menos que 14 años después, pero situando la acción justo donde terminó la primera parte. Recordemos que Bird viene de Tomorrowland, desaprovechada cinta de aventuras retro-scifi impropia del autor de El gigante de hierro, con una asombrosa falta del sense of wonder que trataba desesperadamente de inculcar, cual martillo pilón, a base de repetir el mensaje “los soñadores cambiarán el mundo” durante todo el metraje.

En la primera entrega de Los increíbles, la cinta se tomaba su tiempo en centrarse en el presente de la familia, con los superhéroes baneados, y cómo la nostalgia de los días de gloria meten al patriarca Bob Parr en una trampa. La acción se presentaba principalmente en el tramo de la jamesbondiana isla (ayudado por la banda sonora de Michael Giacchino, canalizando a John Barry), funcionando en especial cuando la familia trabajaba unida.

Aquí, Bird apuesta sobre seguro al repetir la fórmula de la primera entrega, con la familia luchando para volver a restablecer su imagen, esta vez con ayuda de un millonario empresario de telecomunicaciones, fan de los superhéroes, que les propone llevar cámaras para mostrar al público las decisiones a las que se deben enfrentar. Esta apuesta sobre seguro mencionada, también incluye ahorrarnos el salto de 14 años en la familia Parr que nos habría privado del festival de poderes de Jack-Jack, que se convierte por derecho propio en la estrella de la película. Siendo éste el proveedor de prácticamente toda la comedia de la cinta intentando ser controlado por su padre, y con Elastigirl como protagonista de casi toda la acción, los perjudicados esta vez son Dash (desaparecido por completo), y un poco menos Violet con el arco de su interés amoroso.

La falta de sorpresas en cuanto al argumento, se compensa no solo con la comedia que proporciona el bebé, sino también con creatividad a raudales (con cambio de diseño de créditos, logo de Disney incluido), una inspiradísima banda sonora de Giacchino, y  también con lo que Brad Bird mejor sabe hacer: dirigir espectaculares set pieces de acción con absoluta brillantez, en especial el clímax final en el barco del millonario Winston Deavor.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *